ASÍ EMPEZÓ TODO

 

Hace mucho que no escribía miércoles de rally, la verdad es que hemos andado muy apurados con el tema del COVID19, estamos trabajando muy duro para sacar los proyectos que tenemos atorados y en estos tiempos todo se complica un tanto más, de cualquier manera estamos optimistas y el equipo ha hecho un esfuerzo increíble para seguir operando y eso además de darme mucho orgullo, lo agradezco profundamente.

 

Siempre he sido muy terco, a veces las cosas no me salen, pero todo es aprendizaje, creo que si no fuera tan terco no hubiera logrado obtener las cosas que me dan tanta satisfacción hoy. Ser terco tiene sus ventajas, aprendes mucho en el camino, te llenas de historias y de momentos chingones que cuando visitas te sacan una sonrisa y te enseñan que no hay sueños tan grandes ni metas inalcanzables, lo importante es aprender, aunque duela, aunque cueste, aunque los demás no lo entiendan.

 

En la primera oportunidad que tuve, cambié un IPAD por un vocho 1978 y compré en mercado libre un kit de fibra de vidrio para hacerlo Baja, ahí empezó todo, lo desarmamos en su totalidad, lo levantamos, lo pintamos, le hicimos un motor decente, le pusimos un roll bar, fuel cell, frenos, pedalera, y muchos etcéteras, lo digo como si hubiera sido un proceso de dos semanas, pero tomo al menos dos años hacer ese vocho.

 

Lo corrimos un par de veces solamente para probarlo y nunca quedó como me hubiera gustado, siempre había algo nuevo que mejorar y ahí aprendí que disfrutaba tanto correrlos, como hacerlos, de alguna manera ese Baja, es en mucha medida responsable de que hoy esté haciendo lo que hago y como lo hago.

 

La planeación fue muy mala, cambió de giro varias veces, incluso en algún momento tuvo un setup de calle, después entendí que si quería que el vocho hiciera lo que quería que hiciera, tenía que ser un Baja dedicado, un coche de carreras, lo que quiero decir es que el vocho y yo crecimos mucho en ese tiempo, fueron meses de investigación, planeación, re trabajos, mucho esfuerzo, tiempo y dinero en un proyecto que me hacía sentir muy orgulloso.

 

Al final, si lo pienso bien, fue ese Baja el que me dio las bases para entender que el negocio de la fabricación no es sencillo, requiere de conocimientos, habilidades, planeación y mucha pasión para poder llevarlo a ser competitivo y divertido, y es lo que más me apasiona en la vida.

 

Siempre he tenido la suerte de tener a mi lado un padre y un hermano que se contagian de mis locuras, no todas, no siempre, pero de alguna manera han aprendido a convivir con un tipo que les parece terco, arrogante, excéntrico, etc… Eso tampoco tengo manera de agradecerlo lo suficiente.

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